Toda persona amante de los perros, que los tiene dentro de casa y les dejan subir al sofá por más pelo que tengan, y encima mientras manchan el sofá de pelo te están lamiendo la oreja, dejándote una mezcla de babas aromatizada con lo último que hayan comido, si es mi Caniche, probablemente una caca de gallina, lo queremos mucho, pero da un poco de asquete.
A lo que iba, para no perdernos, si amas a tu peludo quieres lo mejor para el, eso es obvio. El asunto es saber qué cosas se deben hacer para mejorar la salud general del perro, que el este feliz y contento, y por supuesto, sin que nos tire mucho de cartera.
Visitas regulares al veterinario
Sí, sabemos que tu perro es parte de la familia, y como tal, merece los mejores cuidados médicos. No se trata solo de evitar esas «sorpresas» de última hora, sino de asegurarnos de que está en plena forma. Las visitas regulares al veterinario son como un chequeo de rutina para tu peludo amigo: revisan dientes, piel, ojos, oídos, y sí, también se cercioran de que esos parásitos indeseados se mantengan a raya. Además, con estas visitas, te aseguras de que las vacunas estén al día, lo que ayuda a evitar enfermedades graves. Recuerda, más vale prevenir que curar… ¡y tu sofá te lo agradecerá!
2. Mantener una dieta equilibrada
Sabemos que tu perro tiene gustos variados, desde su pienso favorito hasta, ehm, “delicatessen” menos deseables que encuentra en el jardín. Pero, en serio, una buena dieta es clave para su salud y longevidad. Piensa en ello como si fueras un chef para tu perro; quieres que disfrute cada bocado pero sin comprometer su salud. Aquí entra en juego la importancia de elegir alimentos de calidad que se adapten a su edad, tamaño y nivel de actividad. No estamos hablando de caviar y foie gras, pero sí de comida que aporte todos los nutrientes que necesita para estar saludable y feliz.
Ofrecer dieta natural como BARF o cocinada
Si realmente quieres llevar la alimentación de tu perro a otro nivel, considera una dieta natural como la dieta BARF. Esta se basa en alimentos crudos, como carne, huesos, vegetales y frutas, imitando lo que comería en la naturaleza (si, por ejemplo, tuviera que cazar en el supermercado). Los beneficios incluyen dientes más limpios, pelaje más brillante, y menos visitas al veterinario por problemas digestivos.
Pero, ¿qué pasa si prefieres cocinar? Las dietas cocinadas también son una excelente opción. Aquí puedes asegurarte de que tu perro reciba una comida casera equilibrada, con carne cocida, arroz, vegetales y todos esos nutrientes esenciales, para ello te recomendamos que visites nuestro recetario.
Y si cocinar no es lo tuyo o simplemente el tiempo no te da, Dogfy Diet es tu aliado perfecto. Ofrecen comidas naturales, frescas y personalizadas para tu perro, que llegan directamente a tu puerta. Así, tu perro come como un rey y tú te ahorras tiempo y preocupaciones. Accede a www.dogfydiet.com para apuntarte, rellena el formulario y usa el código RECETASBARF20 para máximo ahorro.
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3. Hidratación adecuada
Por último, pero no menos importante, está el asunto del agua. Porque sí, tu perro también necesita mantenerse hidratado, especialmente si le gusta correr como loco en el parque o devorar su comida como si no hubiera un mañana. Asegúrate de que siempre tenga acceso a agua fresca y limpia. ¿Cuánto necesita? Pues aproximadamente 50-60 ml de agua por kilo de peso al día. Así que ya sabes, cuando estás disfrutando de tu bebida favorita, asegúrate de que tu amigo peludo también tenga su «bebida» a mano.
4. Ejercicio regular
Un perro en forma es un perro feliz. Y no, no estamos hablando de inscribirlo en un gimnasio, aunque, seamos honestos, algunos de nuestros amigos peludos ya tienen mejor condición física que nosotros. El ejercicio es esencial para mantener a tu perro en un peso saludable, prevenir problemas de comportamiento y, claro, quemar esa energía inagotable que parece tener. El tipo y la cantidad de ejercicio dependen de la raza, edad y salud de tu perro. Desde una caminata tranquila hasta una sesión de frisbee en el parque, lo importante es mantener a tu perro activo y entretenido. ¡Y si te unes, mejor aún!
5. Higiene y cuidado personal
Ah, la higiene. Ese tema que a muchos perros no les entusiasma tanto como una buena rascada detrás de las orejas. Pero, al igual que nosotros, nuestros amigos caninos necesitan un poco de mimos en su rutina de cuidado personal. Esto incluye baños regulares (aunque no demasiado frecuentes para no dañar su piel), cepillado para mantener el pelaje libre de nudos y suciedad, y cuidado dental. Sí, los perros también necesitan cepillarse los dientes, aunque puede que necesites un poco de paciencia (y algunas golosinas) para que cooperen. Un perro bien cuidado no solo luce bien, sino que también se siente bien.
6. Atención a la salud mental
Los perros no solo necesitan cuidados físicos, sino también atención a su salud mental. Sí, aunque suene a que estamos hablando de humanos, los perros pueden sufrir de estrés, ansiedad y aburrimiento. El juego, la socialización y el entrenamiento son claves para mantener su mente activa y feliz. Ya sea enseñándoles nuevos trucos (mira este juego del trilero), llevándolos a interactuar con otros perros en el parque o simplemente dedicándoles tiempo de calidad, estas actividades estimulan su mente y fortalecen el vínculo entre ustedes. Y no olvides, un perro mentalmente estimulado es menos propenso a meterse en problemas, como masticar tus zapatos favoritos o escarbar en el jardín.
7. Protección contra parásitos y enfermedades
Nadie quiere que su perro sea el anfitrión de esos molestos parásitos como pulgas, garrapatas o gusanos. Además de ser incómodos, pueden transmitir enfermedades serias. Por eso, la prevención es clave. Hay una variedad de productos, como collares antiparasitarios, pipetas y pastillas, que ayudan a mantener estos intrusos a raya. Además, es importante estar al tanto de las vacunas necesarias para prevenir enfermedades comunes, como la rabia o el moquillo. Consulta con tu veterinario para crear un plan de prevención adaptado a las necesidades de tu perro. Recuerda, un perro sano es un perro feliz, y menos visitas inesperadas al veterinario son un alivio para todos.
8. Ambiente seguro y cómodo
Finalmente, pero no menos importante, está la cuestión de ofrecer a tu perro un ambiente seguro y cómodo. Esto no solo significa un lugar para dormir acogedor, sino también un entorno libre de peligros. Asegúrate de que tu hogar esté libre de objetos que puedan ser peligrosos para tu perro, como cables eléctricos accesibles o plantas tóxicas. Un espacio tranquilo donde pueda relajarse, lejos del ruido y el ajetreo, es fundamental para su bienestar. Y, por supuesto, no olvidemos la importancia de un buen refugio contra el clima, ya sea calor extremo o frío intenso. Al final del día, crear un entorno seguro y cómodo es una de las mejores maneras de demostrarle a tu perro cuánto lo amas.