Los picores en perros son una de las consultas más frecuentes en las clínicas veterinarias. Este síntoma, conocido como prurito, puede tener múltiples causas y, aunque en algunos casos se deba a factores pasajeros, no debe ser ignorado. Cuando los perros se rascan de manera constante o intensa, puede ser señal de un problema subyacente más grave que afecta a su salud.
El picor no solo provoca incomodidad en nuestras mascotas, sino que, si no se trata, puede llevar a complicaciones como heridas, infecciones y pérdida de pelo. En este artículo, exploraremos las causas más comunes que provocan picor en los perros y cómo identificar cuando se trata de un problema que requiere atención veterinaria.
Causas más frecuentes de picores en perros
Alergias
Una de las causas más comunes de picores en los perros es la presencia de alergias, que pueden manifestarse de diferentes maneras.
- Alergias alimentarias: muchos perros son alérgicos a ciertos ingredientes comunes en los alimentos comerciales, como el trigo, maíz o determinadas proteínas animales, especialmente el pollo. Estos perros pueden desarrollar picores y otros problemas cutáneos como consecuencia de su dieta. Cambiar a una dieta más natural o hipoalergénica puede ser clave para reducir estas molestias.
- Alergias ambientales: el polen, los ácaros del polvo y el moho son desencadenantes comunes de alergias ambientales en los perros. En estos casos, el contacto con estos alérgenos provoca irritaciones en la piel, especialmente en las patas, el abdomen o el rostro.
- Dermatitis alérgica por picadura de pulga (DAPP): incluso una sola picadura de pulga puede desencadenar una intensa reacción alérgica en algunos perros, causando un picor insoportable. Esta es una de las causas más frecuentes de prurito severo en las mascotas, especialmente en climas cálidos.
Parásitos externos
Los parásitos son otra causa común de picor en los perros. Además de las molestias obvias, pueden provocar problemas de salud más graves si no se controlan.
- Pulgas y garrapatas: las pulgas son uno de los mayores causantes de picores en perros. Estas pequeñas criaturas no solo pican, sino que su saliva puede desencadenar reacciones alérgicas en algunos animales. Las garrapatas, por su parte, también pueden provocar irritación cutánea y transmitir enfermedades.
- Sarna: existen dos tipos principales de sarna que pueden afectar a los perros: la sarna sarcóptica (causada por ácaros Sarcoptes scabiei) y la sarna demodécica (causada por ácaros Demodex). La primera es altamente contagiosa y provoca un picor intenso, mientras que la segunda suele estar relacionada con un sistema inmunológico debilitado.
Infecciones cutáneas
Las infecciones bacterianas y fúngicas son comunes en perros que se rascan excesivamente, lo que genera heridas abiertas y llagas en la piel.
- Infecciones bacterianas: las bacterias, como el Staphylococcus, pueden aprovechar las áreas irritadas o lesionadas por el rascado para instalarse en la piel del perro, lo que provoca infecciones y un aumento del picor.
- Infecciones por hongos: los hongos, como el causante de la tiña, también pueden generar infecciones cutáneas que provocan irritación y prurito.
- Dermatitis húmeda o “hot spots”: estos son puntos de irritación intensa que suelen aparecer en áreas húmedas de la piel debido a la acumulación de humedad y bacterias. Se agravan cuando el perro lame o muerde la zona afectada, generando más inflamación.
Problemas hormonales
Los desequilibrios hormonales pueden desencadenar una variedad de síntomas en los perros, entre los cuales los problemas cutáneos, incluido el picor, son comunes.
- Hipotiroidismo: el hipotiroidismo, una deficiencia en la producción de hormonas tiroideas, puede provocar sequedad en la piel, pérdida de pelo y picores en los perros.
- Síndrome de Cushing: esta enfermedad, también conocida como hiperadrenocorticismo, se produce cuando las glándulas suprarrenales liberan demasiada cortisona. Los perros afectados pueden desarrollar piel fina y frágil, lo que lleva a una mayor propensión a sufrir infecciones e irritaciones cutáneas.
Piel seca
La piel seca en los perros puede deberse a varios factores, como un clima seco, baños excesivos o la falta de nutrientes esenciales en la dieta.
- Clima: en épocas de invierno, cuando el ambiente es más seco, es común que algunos perros presenten piel seca, lo que provoca picores constantes.
- Dieta inadecuada: la falta de ácidos grasos esenciales en la alimentación puede ser otra causa importante de sequedad e irritación en la piel de los perros. Estos nutrientes son clave para mantener la piel y el pelaje saludables.
Síntomas que acompañan al picor
Cuando un perro presenta picor, suelen aparecer otros síntomas que pueden ayudar a identificar la gravedad del problema. Es importante prestar atención a estas señales, ya que pueden ser indicativas de un problema de salud subyacente. A continuación, se describen los síntomas más comunes asociados con el picor en perros:
Rascarse en exceso
El síntoma más evidente de prurito es que el perro se rasca de manera continua y con intensidad. Aunque es normal que los perros se rasquen de vez en cuando, si el rascado es excesivo o persistente, podría ser señal de un problema. Algunos perros pueden incluso rascarse hasta el punto de hacerse heridas o irritaciones en la piel.
Pérdida de pelo o calvas
Un signo claro de que algo no está bien es la pérdida de pelo, especialmente en áreas donde el perro se rasca o lame continuamente. Las calvas suelen aparecer alrededor de las orejas, el abdomen, las patas o el lomo. Si observas que tu perro está perdiendo pelo en zonas específicas, es fundamental investigar la causa para prevenir daños mayores.
Piel inflamada o enrojecida
El picor persistente provoca irritación en la piel, lo que a menudo resulta en áreas enrojecidas o inflamadas. La dermatitis puede aparecer en zonas donde el perro se ha estado rascando o lamiendo. Si estas áreas se agravan, pueden evolucionar hacia infecciones secundarias.
Llagas o heridas
En casos más graves, el perro puede desarrollar llagas o heridas abiertas debido al rascado continuo. Estas lesiones, conocidas como hot spots, son áreas húmedas y dolorosas que pueden infectarse fácilmente si no se tratan a tiempo. Los hot spots son especialmente comunes en perros con piel densa o pelajes gruesos.
Lamerse o mordisquearse constantemente
Además de rascarse, algunos perros se lamen o mordisquean ciertas zonas de su cuerpo para intentar aliviar el picor. Las patas, el área genital y el abdomen son lugares comunes donde los perros suelen centrarse cuando experimentan prurito. Este comportamiento compulsivo puede llevar a la irritación de la piel y agravar el problema inicial.
Caspa o piel escamosa
Un síntoma adicional que puede acompañar al picor es la presencia de caspa o piel escamosa. La piel seca o irritada tiende a descamarse, y se pueden observar pequeñas partículas blancas en el pelaje del perro, especialmente en áreas como el lomo o las patas.
Diagnóstico veterinario: ¿Cuándo acudir al veterinario?
Si tu perro se rasca de manera excesiva o presenta alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es fundamental acudir al veterinario para obtener un diagnóstico preciso. El picor puede tener diversas causas, y cada una de ellas requiere un tratamiento específico. A continuación, se detallan los pasos habituales en el proceso de diagnóstico veterinario:
Examen físico
El primer paso en el diagnóstico de los picores en perros es un examen físico exhaustivo. El veterinario evaluará el estado de la piel y el pelaje del perro, buscando signos de enrojecimiento, inflamación, pérdida de pelo, parásitos externos, o lesiones. También se tomará en cuenta el historial médico del perro, la duración de los síntomas y si hay cambios en su comportamiento o alimentación.
Pruebas de alergia
Si se sospecha que el picor está relacionado con alergias, el veterinario puede realizar una prueba de alergias. Estas pruebas pueden ser tanto de tipo ambiental como alimentario. Se suelen hacer mediante un análisis de sangre o pruebas cutáneas. Si las pruebas de alergia indican una reacción a ciertos ingredientes de la dieta, será recomendable realizar un cambio alimentario hacia una dieta hipoalergénica o natural, como la dieta BARF o cocinada.
Raspado cutáneo
En caso de que el veterinario sospeche que los picores son causados por parásitos o infecciones cutáneas, es posible que realice un raspado cutáneo. Esta prueba consiste en tomar una pequeña muestra de piel y examinarla bajo el microscopio para buscar parásitos como los ácaros responsables de la sarna.
Análisis de sangre
Para descartar problemas hormonales, como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing, el veterinario puede realizar un análisis de sangre. Estos desequilibrios hormonales pueden ser difíciles de diagnosticar solo mediante la observación externa, por lo que el análisis de sangre es esencial para confirmar o descartar estas condiciones.
Cultivos bacterianos o fúngicos
Si el veterinario sospecha que el picor está relacionado con una infección, puede realizar un cultivo bacteriano o fúngico. Esta prueba permite identificar la presencia de bacterias u hongos en la piel del perro, lo que es esencial para determinar el tratamiento adecuado, como antibióticos o antifúngicos.
Tratamiento según la causa
Alergias
Si se determina que los picores están relacionados con alergias alimentarias, un cambio en la dieta puede ser una solución muy efectiva. Se recomienda optar por dietas más naturales, sin conservantes ni ingredientes artificiales, como la dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food), que imita lo que comería un perro en su estado salvaje. Esta dieta se basa en alimentos crudos y naturales como carne, huesos, órganos y vegetales.
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Alergias ambientales
Cuando las alergias son causadas por factores ambientales como el polen, los ácaros o el moho, se pueden utilizar antihistamínicos, corticosteroides o, en algunos casos, inmunoterapia, bajo la supervisión de un veterinario. Además, es útil limitar el contacto del perro con los alérgenos siempre que sea posible, manteniendo la casa limpia, especialmente en épocas de alta exposición al polen.
Parásitos
En el caso de infestaciones por pulgas, garrapatas o ácaros, el tratamiento antiparasitario es imprescindible. Existen numerosos productos disponibles, desde pipetas y collares hasta comprimidos orales, que eliminan y previenen futuros ataques de parásitos. Es fundamental mantener un control regular de parásitos, especialmente si el perro pasa tiempo al aire libre o en áreas con alta presencia de pulgas o garrapatas. En casos de sarna, el veterinario recetará un tratamiento específico, que puede incluir baños con productos medicados o inyecciones antiparasitarias.
Infecciones cutáneas
Si el picor está causado por infecciones bacterianas o fúngicas, el veterinario recetará antibióticos o antifúngicos, respectivamente. En los casos menos graves, el uso de champús medicados o lociones antimicrobianas puede ayudar a aliviar la irritación y acelerar la curación. Es importante seguir el tratamiento completo prescrito por el veterinario para evitar que la infección regrese.
Problemas hormonales
Los trastornos hormonales como el hipotiroidismo o el síndrome de Cushing requieren un tratamiento específico para regular el equilibrio hormonal del perro. En el caso del hipotiroidismo, se suelen recetar medicamentos para reemplazar las hormonas tiroideas que el cuerpo del perro no produce en cantidad suficiente. Por otro lado, el síndrome de Cushing puede requerir tratamiento farmacológico o, en algunos casos, cirugía. Una vez se estabilizan los niveles hormonales, los síntomas cutáneos, incluidos los picores, suelen mejorar notablemente.
Alivio inmediato del picor
Mientras se trata la causa subyacente del picor, existen varias opciones que pueden proporcionar alivio inmediato y mejorar el bienestar del perro. Estas soluciones suelen ser temporales, pero pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de la mascota mientras el tratamiento principal hace efecto.
- Cremas y lociones calmantes: existen productos tópicos que pueden aplicarse directamente en la piel para aliviar el picor. Estas cremas suelen contener ingredientes como aloe vera o avena coloidal, que calman la piel irritada y reducen la inflamación. También hay disponibles sprays y lociones con efecto refrescante que pueden ser muy útiles para aliviar zonas localizadas de picor.
- Champús medicados: bañar al perro con un champú específico para piel sensible o irritada (como este de aquí) es otra opción efectiva para reducir los picores. Estos champús suelen contener ingredientes calmantes como la avena o el aceite de árbol de té, que limpian la piel suavemente sin causar más irritación. Es importante no abusar de los baños, ya que el exceso de limpieza también puede secar la piel y empeorar el problema.
- Dieta rica en ácidos grasos esenciales: Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son clave para mantener la piel del perro hidratada y en buen estado. Estos nutrientes ayudan a reducir la inflamación y el picor asociado a la piel seca o irritada. Incluir suplementos de aceite de pescado o alimentos ricos en estos ácidos grasos en la dieta del perro puede marcar una gran diferencia en su salud cutánea.
Prevenir el picor no solo ayuda a que tu perro esté más cómodo, sino que también evita problemas de salud más graves en el futuro. Un perro con una piel sana es un perro feliz, y con los cuidados adecuados, puedes asegurarte de que tu peludo amigo se mantenga en las mejores condiciones.
